El problema de las malas contraseñas
Javier Jiménez
Proteger nuestras cuentas y registros es muy importante. Es algo que debemos tener en cuenta en todo momento. Sin duda un punto muy a tener en cuenta es utilizar claves que sean fuertes y complejas. Ahora bien, las malas contraseñas están muy presentes y el problema es de los usuarios. Vamos a explicar por qué ocurre esto y cómo evitar que roben nuestras cuentas.
Los problemas con contraseñas débiles son a
nivel de usuario
El hecho de
tener una contraseña que sea débil es un problema importante, ya que
permitiría a los intrusos acceder a la red, a nuestras cuentas y, en
definitiva, comprometer nuestra privacidad. Es algo que debemos cuidar al
máximo en todo momento. Es fundamental crear claves que cumplan con los
requisitos de seguridad, pero esto no siempre ocurre. Lo normal es que sea un
problema a nivel de usuario, más que otros condicionantes que puedan hacer que
una contraseña no sea segura.
Claves fáciles de recordar
Uno de los
errores humanos que cometen los usuarios es crear claves que son fáciles de
recordar. Esto permite iniciar sesión fácilmente, sin tener que memorizar
complejas contraseñas o usar administradores de claves.
Sin embargo
esto es lo peor que podemos hacer. Una contraseña que podamos recordar, no es
buena. Lo ideal es que sea difícil memorizarla, ya que eso significaría que
estamos protegiendo adecuadamente nuestros datos.
Repetir la misma contraseña
También es un
error importante repetir una misma clave y utilizarla en varios
sitios al mismo tiempo. Es otro fallo a nivel de usuario que podría
comprometernos seriamente. Pongamos como ejemplo que estamos usando una
contraseña en una red social y esa misma la utilizamos en cualquier página en
la que nos hemos registrado. En caso de que haya una filtración de datos en esa
página, se produciría lo que se conoce como efecto dominó y afectaría a otros
servicios y plataformas.
No utilizar una combinación de caracteres
Otra cuestión a
tener en cuenta es que muchos usuarios usan únicamente letras o números,
así como máximo una combinación de ambos. Sin embargo esto hace que la clave
sea débil, que pueda ser explotada a través de fuerza bruta con las
herramientas necesarias.
Lo ideal sería
tener una combinación de todo tipo de caracteres. En este caso hablamos de usar
letras (mayúsculas y minúsculas), números y además otros símbolos especiales.
Todo ello de forma aleatoria y tener la longitud adecuada. En otro artículo
hablamos de la seguridad de los gestores de contraseñas.
Uso de claves muy genéricas
Sin duda el uso
de claves genéricas sigue estando muy presente. Hablamos de las contraseñas del
tipo 1234, 123456 y similares. Son números o palabras que se repiten
una y otra vez en las claves de acceso. De hecho, aunque parezca extraño hoy en
día, siguen siendo las más utilizadas.
Lógicamente
esto es un problema muy importante y dejaría expuestas nuestras
cuentas. Nunca debemos hacer uso de este tipo de contraseñas si queremos
realmente proteger nuestros usuarios y evitar la entrada de intrusos que puedan
llegar a comprometernos.
En definitiva,
estos son algunos errores a nivel de usuario que debemos evitar cuando creamos
una contraseña. Se trata de la principal barrera de seguridad que tenemos para
evitar intrusos en nuestras cuentas y es fundamental que elijamos una adecuada.
Comentarios
Publicar un comentario